El smart packaging está transformando la forma en la que almacenamos, distribuimos y comercializamos los alimentos. En la industria de la alimentación y bebidas este embalaje avanzado es clave para ofrecer transparencia, generar confianza y crear conexiones más profundas con los consumidores.
En este post te contamos qué tipos de envases inteligentes de alimentos existen, qué tecnologías están revolucionando el sector y cuáles apuestan por la sostenibilidad.
Índice
¿Qué son los envases inteligentes de alimentos?
Los envases inteligentes de alimentos son soluciones de embalaje que van más allá de la función tradicional de contener, proteger y presentar los productos. Son recipientes que integran tecnologías avanzadas, sensores, indicadores, componentes activos y materiales capaces de monitorizar el estado del producto, prevenir su deterioro, proporcionar información relevante al consumidor y/o contribuir a prolongar la vida útil de los alimentos.
Se trata del smart packaging que mejora la seguridad y calidad de los alimentos. Por ejemplo:
Pueden preservar la frescura del producto, evitando el crecimiento de microorganismos o ralentizando el proceso de oxidación de la comida.
Algunos envases inteligentes pueden detectar cambios en la humedad o temperatura del alimento, o registrar la historia de la cadena de frío, transmitiendo los datos a un sistema de información central.
Otros contienen materiales capaces de detectar compuestos asociados al deterioro o la presencia de ciertos contaminantes.
Incluso, algunos pueden conectarse con Apps para garantizar la trazabilidad o mejorar la experiencia del consumidor mediante experiencias interactivas.
Por otro lado, el uso de los envases inteligentes en los alimentos también puede mejorar la trazabilidad y la gestión de residuos, aspectos exigidos en la ley de envases 2025.
Diferencias entre envases inteligentes y envases tradicionales
Básicamente, los recipientes tradicionales actúan sólo como una barrera física que protege, contiene, facilita el transporte y ofrece una información estática del producto alimenticio. Mientras que los envases inteligentes “interactúan” con su entorno, con el propio alimento, con la cadena logística y con el consumidor.
A la hora de elegir packaging gastronómico es fundamental comprender esta diferencia. Profundicemos como trabajan los envases inteligentes:
Información de los alimentos
El smart packaging es informativo. Lleva el diseño de los recipientes tradicionales a un nivel avanzado, en el que es posible monitorizar y comunicar el estado o condiciones del producto alimenticio a lo largo de su ciclo de vida.
Gracias a diversas tecnologías, los envases inteligentes pueden rastrear y transferir información crítica, en tiempo real, sobre la calidad y seguridad del producto. Sirven de plataforma para analizar y gestionar tanto el entorno externo como interno del embalaje, mostrando alertas de la relación del producto con el tiempo, la temperatura, el pH, la integridad, etc.
Es una información que permite supervisar los cambios en la calidad de los alimentos, tomar decisiones y garantizar que el producto se mantenga dentro de los parámetros seguros para el consumo.
- Por ejemplo, la tecnología integrada puede ofrecer la siguiente información directa:
- Los indicadores de temperatura monitorean la temperatura del alimento dentro del envase, lo que ayuda a determinar cuánto puede almacenarse.
- Los indicadores de frescura pueden detectar cambios metabólicos dentro del recipiente o bolsa. Por ejemplo, en la carne y pollo pueden detectar acumulación de dióxido de carbono mediante indicadores de pH.
- Los indicadores de gas tienen la capacidad para detectar cualquier alteración en la composición de la atmósfera interna del recipiente.
¿Cómo se agregan estos indicadores o sensores en los envases inteligentes? ¿Qué tipo de información ofrecen? Pueden aplicarse como etiquetas QR, RFID o NFC, películas, sobres o dispositivos miniaturizados.
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- Los indicadores pueden situarse dentro o fuera del envase. Ofrecen datos cualitativos. Por ejemplo, si se sitúan en el interior, al detectar cambios físicos o químicos, como oxígeno, amoniaco o dióxido de carbono, convierten esta información en una señal visible, normalmente cambiando de color.
- Los sensores están compuestos de receptores y transductores. Miden cuantitativamente una propiedad o parámetro, como la concentración de gas, la humedad, la temperatura o presión, para convertirla en una señal eléctrica o digital. Es el transductor el que transforma esa señal en información legible, en un número o un código digital que registra una App o plataforma en la nube.
- Las etiquetas RFID, etiquetas QR o chips NFC almacenan información sobre todas las etapas de producción, procesamiento y distribución del alimento, el contenido nutricional, el recorrido, etc., permitiendo la trazabilidad del producto y ofrece al usuario la posibilidad de acceder a esos datos detallados por medio del escaneo. En comparación con el packaging tradicional y su código de barras, esta tecnología inteligente supone un mayor control del inventario y mayor confianza para el consumidor.
Seguridad alimentaria
Los envases inteligentes de alimentos pueden reforzar la seguridad alimentaria desde dos flancos:
- Detección precoz. Los indicadores y biosensores integrados pueden avisar de la presencia de compuestos volátiles o de metabolitos bacterianos, lo que ayuda a anticipar el rechazo del producto. En vez de confiar en que una etiqueta indique “consumir preferentemente antes de”, esta tecnología inteligente ofrece a comerciantes y consumidores una prueba segura de que los alimentos de los envases están en buen estado o se han deteriorado.
- Control y preservación del alimento. Los envases activos, con absorbedores de oxígeno, liberadores de antioxidantes o agentes antimicrobianos, intervienen para mantener las condiciones óptimas y reducir el riesgo microbiológico.
Estas estrategias complementan los sistemas de calidad tradicionales. Cuando se usan y aprovechan correctamente, pueden evitar brotes epidemiológicos o las retiradas masivas de productos.
- Por ejemplo, en el mercado consigues envases para pescados, quesos y carnes con propiedades antioxidantes. Normalmente son recipientes elaborados con materiales plásticos, como el polipropileno (PP), con estructuras multicapas para crear tanto barreras antigases como capas con antioxidantes. Estos envases activos se fabrican mediante técnicas de co-inyección, en donde se encapsulan los antioxidantes naturales, o los “captadores de oxígeno” (scavengers), dentro de otro material. Los antioxidantes no entran en contacto directo con el alimento, porque se encuentran en capas internas del envase. Reduce el uso de conservantes químicos.
Experiencia del consumidor
Los envases inteligentes para alimentos transforman la relación entre la marca y el consumidor. Mediante la incorporación de códigos QR o etiquetas NFC, los clientes acceden instantáneamente a información clave del producto; además la marcas pueden transmitir sugerencias, promociones o campañas educativas sobre la sostenibilidad.
El smart packaging cuenta con una tecnología que incrementa la interacción del cliente con el producto y genera mayor confianza en el alimento. Por ejemplo, los envases inteligentes ofrecen:
- Mayor transparencia de los ingredientes. El consumidor con su teléfono inteligente puede escanear rápidamente las etiquetas y conocer los nutrientes, alérgenos y orígenes del producto.
- Trazabilidad, para garantizar la autenticidad del alimento. Estas etiquetas le permiten al cliente rastrear el recorrido del producto, a lo largo de la cadena de valor, incluyendo certificaciones y datos sobre prácticas sostenibles.
- Facilidad para incorporar programas de fidelización y recompensa, incluso mediante experiencias interactivas.
- Una vía de información digital, para hacer llegar al cliente recetas, tutoriales de cocina en vídeo, recomendaciones de conservación, etc.
Tipos de smart packaging en hostelería
Los envases inteligentes de alimentos han comenzado a incorporarse en algunos restaurantes, servicios delivery y cadenas de comida rápida, especialmente en EE.UU. y algunos países de Europa. Aunque su adopción es aún incipiente. El uso principal de los envases activos inteligentes está en la fase industrial y logística, para conservar la calidad antes de llegar al consumidor.
- En la hostelería, se utilizan principalmente los recipientes y bolsas con códigos QR o etiquetas RFID o NFC, para ofrecer información digital sobre trazabilidad, ingredientes, alérgenos, promociones, menús…
- En la mayoría de los restaurantes, dark kitchens, marcas de comida rápida y servicios de catering los envases son cada vez más sostenibles: biodegradables, compostables, reciclables y reutilizables. Desde envases de cartón y papel hasta platos, cubiertos y recipientes de bioplásticos compostables.
- En restaurantes con servicio delivery también pueden utilizarse los contenedores inteligentes para las entregas de pedidos.
Veamos cómo las soluciones del smart packaging se pueden agrupar en dos grandes familias:
Envases activos
Los envases activos son aquellos que contienen componentes capaces de interactuar y modificar el ambiente interno del paquete, liberando sustancias con un propósito funcional. Por ejemplo, para controlar la humedad, absorber oxígeno para preservar texturas (como los snacks) o liberar de forma controlada conservantes naturales para prolongar la frescura de los productos.
También pueden integrar nanotecnología o incorporar enzimas u otras sustancias que reaccionan ante la presencia de patógenos. Aunque sigue siendo una línea de investigación abierta.
- Los envases activos todavía son de uso limitado en el sector hostelero. Se utilizan principalmente en la industria alimentaria, como en productos refrigerados, frutas precortadas o comidas listas para calentar. Aunque representan una tendencia que apunta a su pronta adopción en cadenas de restauración y servicios de take away y delivery.
Envases interactivos
Los envases interactivos son los que incorporan elementos inteligentes, como sensores, indicadores, etiquetas o interfaces conectadas para detectar y monitorizar atributos del alimento, del entorno interno del envase o de las condiciones del envío, para hacer seguimiento del estado del producto y/o para ofrecer acceso a contenido digital complementario al consumidor. Este tipo de smart packaging es el más utilizado en la hostelería.
En la práctica, las aplicaciones más extendidas de los envases inteligentes interactivos en restauración son:
- En servicios de take-away y delivery. Envases con códigos QR dinámicos o etiquetas NFC que ofrecen instrucciones de recalentado, información nutricional o trazabilidad completa del producto.
- En la fidelización del cliente. Se utilizan envases inteligentes que conectan con Apps móviles o programas de puntos, permitiendo dejar reseñas, acceder a menús digitales o participar en promociones desde el propio envase.
Cada vez son más las empresas de catering que utilizan indicadores inteligentes instalados en los contenedores o neveras portátiles, permitiéndoles una lectura precisa del tiempo que han permanecido los alimentos frescos por encima del umbral crítico de refrigeración.
Una tendencia actual son los envases compostables y biodegradables inteligentes, que ayudan a reducir la huella de carbono. Por ejemplo, las bandejas de cartón termoselladas, creadas con polímeros de origen biológico y una película con propiedades de barrera, sustancias bioactivas y sensores inteligentes.
Tecnologías detrás del smart packaging
A continuación detallamos las tecnologías y dispositivos más relevantes en los envases inteligentes de alimentos:
Sensores de frescura y temperatura
Los indicadores del tiempo temperatura TTI tienen la capacidad para detectar el entorno del envase o paquete y utilizar dicha afirmación para determinar cambios en la temperatura sufridos por el alimento. También se utilizan para determinar indirectamente otros parámetros que dependen del tiempo y temperatura, como los cambios enzimáticos y microbianos en el producto. Son valiosos para las cadenas de frío y para determinar si un alimento ha sufrido temperaturas fuera de rango.
De otro lado, los indicadores de frescura tienen la capacidad de monitorear el alimento envasado y detectar cambios químicos, gases y el crecimiento microbiano, con el fin de comunicar la calidad del producto durante su almacenamiento o transporte.
Por ejemplo, son indicadores de frescura:
- Las etiquetas indicadores colorimétricas. En las frutas envasadas, los indicadores de frescura pueden identificar gases y compuestos aromáticos propios de la maduración. En este caso la etiqueta es roja, después cambia a naranja y, cuando la fruta esté madura, cambia a amarillo.
- Los indicadores de pH, que cambian de color según la acidificación o alcalinización generada por la actividad microbiana.
El desarrollo de la tecnología en el smart packaging se dirige hacia alternativas más respetuosas con el medio ambiente, como los biosensores, que cuentan con componentes electrónicos totalmente biodegradables, así como los sensores comestibles, que se integran en el producto alimenticio congelado y ofrecen datos en tiempo real sobre nutrientes, deterioro y contaminación.
Códigos QR inteligentes
Un código QR inteligente es una versión avanzada que guía al usuario con contenido dinámico y puede crear experiencias de consumo personalizadas e interactivas. Cada vez es más común su integración en envases y bolsas impresas en restaurantes y servicios delivery.
A diferencia de los QR tradicionales, que siempre se conectan al mismo destino o página web, los códigos QR inteligentes se adaptan y cambian dependiendo de quién y cuándo los escanee y de qué dispositivos se utilicen para el escaneo.
- Por ejemplo, si incorporas un sólo código QR inteligente a los empaques de tu restaurante o bar, puedes mostrar un menú digital que se adapte a la hora del día y al día de la semana en que lo escanea el usuario. Puede mostrar:
- El menú de desayuno en las horas de la mañana, los platos especiales de almuerzo durante el día y cócteles de autor durante la noche.
- Ofertas los días entre semana y los eventos especiales los fines de semana.
- Descuentos, promociones y cupones dependiendo la frecuencia de visitas que tenga el dispositivo utilizado para el escaneo.
Conectividad digital
Los envases inteligentes de alimentos también pueden incorporar tecnologías de identificación y comunicación, como las etiquetas RFID y NFC aplicadas como una etiqueta convencional o puede laminarse el chip o sensor entre capas de polímeros, como el PET y el PLA.
- Las etiquetas RFID. Están más guiadas a optimizar la logística del producto a lo largo de toda su cadena de suministro.
- Las etiquetas NFC permiten la interacción entre el cliente y el envase con un simple toque de su smartphones. No requieren escaneo. Ofrecen acceso instantáneo a la información del producto alimenticio y a los datos de trazabilidad.
El smart packaging está logrando la máxima preservación del alimento, así como la creación de marcas más humanas y responsables, más conectadas al consumidor y al planeta.
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